lunes, 6 de mayo de 2013






Décadas : 1910-1920

Una década en donde el uso del maquillaje era habitual, pero el resultado deseado era muy natural. Ya los rostros blanco y empolvados no se veían demasiado.
Helena Rubinstein proponía polvos rosas para dar una aspecto mas saludable. Por otro lado Elisabeth Arden abre su primer salón de belleza en donde proponía a las damas de la alta sociedad tratamientos faciales para mejorar la calidad de la piel. Las dos mujeres de la belleza sacaban al mercado novedosos productos que fueron muy bien aceptados por las mujeres.

Durante la guerra, no estaba bien visto malgastar dinero en maquillaje, así que solo usaban un poco de labial rojo y vaselina que aportaba brillo a los parpados.

El cabello, que hasta entonces lucia ondulado comenzó a peinarse con raya al estilo Lillian Gish, que para entonces era el ideal a seguir por las mujeres.

El final de la guerra hizo que muchas cosas cambiaran, repentinamente todas las mujeres deseaban lucir enigmáticas y peligrosas. Se cortaban el pelo de manera muy masculina, destacaban los ojos con kohol y los labios rojo intenso.

En 1910 se produjo un cambio rotundo en la moda, influenciado por el "Ballet Ruso" que recorría los escenarios europeos. Los colores llamativos y la onda oriental, reemplazó la hegemonía en tonos pastel y las faldas largas. Bailarinas como la sensual Isadora Duncan y la enigmática Mata Hari, se transformaron en íconos de belleza seguidos mundialmente. Gracias a esta nueva moda las mujeres se atrevieron a desafiar los sólidos principios morales que las ataban y comenzaron a mostrar el cuerpo, lo que por supuesto no fue posible sin escándalo eclesiástico y machista de por medio.
Los cuellos "hasta las orejas" dieron paso al escote en "V" y las faldas se acortaron levemente, dejando al descubierto los tobillos, cosa que también causó estupor en la época porque durante siglos las piernas femeninas habían sido el símbolo erótico que "provocaba la lujuria en los hombres" y que por lo tanto, debían ser escondidas.

En 1914 llegó la Primera Guerra Mundial. De dimensiones escalofriantes y trágicas consecuencias para el viejo continente, terminó por completo con la farándula y el lujo de la moda francesa e inglesa, en donde se encontraban las grandes casas de alta costura.
Una vez finalizado el conflicto, en 1918, la falda campana dio paso a los cortes rectos, "tipo tubo". El tan utilizado corsé cambió de estrategia, ya que si antes se había usado para levantar el busto, ahora lo hacían para disminuirlo. El "corsé alisador" y los vestidos acinturados en la cadera, dibujaron el nuevo tipo de belleza y de mujer, las que buscaban parecerse más a los muchachos que a las antiguas beldades femeninas. Así surgió la mujer estilo Garzonne, quienes para lograr más aún el parecido con los hombres, se cortaron el pelo y perfilaron las cejas, comenzaron a salir a bailar y se borraron los antiguos patrones sociales que diferenciaban las clases. Ahora hasta era bien visto ser amiga o parecerse a las cortesanas de "vida alegre".

En plena época de post guerra y representando a esta nueva generación de mujeres independientes y modernas, apareció la mítica Coco Chanel. Su estilo cómodo y práctico representaba la revolución femenina y la economía que debía surgir en época de recesión. Por esta razón, introdujo materiales más simples y baratos que el chiffon, el tul y la seda. Creó entonces los trajes de punto, tejidos finos que otorgaban más y mejor flexibilidad para la nueva mujer, la que además ponía énfasis en la práctica deportiva, incentivada por la reciente costumbre de ocupar el tiempo en algo útil. La mujer ya no era una utilidad en sí, sino que "hacía" cosas útiles.



martes, 30 de abril de 2013

LA MODA DEL SGLO XX








Siglo XX
A comienzos del siglo XX la moda empezó a crear nuevas
tendencias acordes con el inicio de un nuevo siglo. Se impuso la silueta en forma de S , la cual se lograba con un corset bastante entallado que empujaba el busto hacia arriba y hacía la cintura mucho más estrecha, lo que hacía difícil respirar a las damiselas de la época.

Las faldas eran ajustadas en las caderas y se iban ensanchando en forma de campana hasta llegar al suelo. También durante esta época nacieron los trajes sastre y los vestidos de corte con cierta
influencia masculina para las mujeres que ya empezaban a insertarse en el mundo laboral de esos tiempos.

Hasta esa época los vestidos eran bastante largos , iban hasta el piso y no permitían ver los zapatos. Por su parte, las plumas y los encajes aparecieron con muchísimo éxito durante esta época, sobre todo en los grandes sombreros que se diseñaban con múltiples ornamentos. Claro está, esa moda sólo podía ser seguida por las altas clases de la
sociedad, en especial de Inglaterra y Francia.

Los diseñadores de moda en esta época fueron Worth, Paul Poiret, Mariano Fortuny, Jacques Doucet, Jeanne Lanvin y Jeanne Paquin.

A partir de 1908 , la moda ya no fue tan incómoda y la cintura dejó de marcarse tanto y se puso de moda el talle imperio , inspirado en la época de Napoleón. Asimismo se impuso una adaptación de “les Ballets russes de Diaghilev” y surge un gusto por lo oriental.

La ropa interior también cambió radicalmente: así nace el sujetador y el corset es dejado poco a poco de lado. Por otro lado, las faldas dejan de tener vuelo y se empiezan a usar muy pegadas al cuerpo. El escote en v aparece ya que entra en boga la silueta que asemeja un triángulo invertido.

Poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, se empieza a usar una sobrefalda a la altura de la rodilla a fin de dar vuelo a los vestidos que se utilizaban algo entallados. Asimismo los
sombreros se redujeron un tanto en sus dimensiones y surgen desde entonces las primeras marcas de ropa deportiva , exclusiva para aquellos que gustaban de practicar el patinaje, esquí o tenis.

Sin duda los diseñadores que marcaron tendencias por ese entonces fueron Leon Bakst, Lucille, Edgard Molyneux, Jean Patou y Madeleine Vionnet.

Décadas : 1900-1910

Una época en donde los cánones de belleza imponían ciertas características para parecer mujeres ideales. Así muchas mujeres para lograr este ideal llegaban a poner en riesgo su salud.
No estaba bien visto lucir la piel morena, (ya que así lucia la clase trabajadora luego de pasar largas jornadas a la luz del
sol)por este motivo utilizaban sustancias muy peligrosas para blanquear la piel que contenían plomo o arsénico. Llegaban a marcarse aun mas el color de las venas para que no se dude de su delicadeza cutánea.

Los cabellos blancos y ondulados daban un look juvenil, para logar esto recurrían a rizadores, permanente o postizos. Por el contrario los cabellos lacios estaban mal vistas por la sociedad ya que eran sinónimo de un carácter caprichoso.

Para afinar la cintura, las mujeres de la época llagaban a estrechar su figura con ajustadísimos corsés que llegaban a deformar los órganos internos, y en algunos casos hasta provocar la muerte.

Las feministas fueron las primeras que consiguieron que se aceptara el maquillaje de color. Las actrices, que acostumbraban a maquillarse en escena, comenzaron a lucir color fuera del ambiente teatral. De esta forma muchas mujeres poco a poco se atrevían a mostrarse con colorete, rimel y a teñirse el cabello con henna.